Este rito será para ti como una señal en tu mano, como recuerdo ante tus ojos, para que tengas en tu boca la ley del Señor, porque el Señor te sacó de Egipto con mano fuerte.
Esto os servirá para recordar, al mirarlos, los mandamientos del Señor y os ayudará a ponerlos en práctica sin que sigáis los deseos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que os han arrastrado a la infidelidad.
En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre.
Y Moisés dijo al pueblo: 'Recordad siempre este día, en el cual salisteis de Egipto, de la casa de la esclavitud, porque el Señor os ha sacado con mano fuerte. Por ello no habréis de comer nada fermentado'.
por eso en un solo día lloverán sobre ella las plagas, la muerte, el duelo y el hambre; ella será consumida por el fuego, porque es un poderoso señor el Dios que la ha condenado.
El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?
¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón?
Aquel día el Señor castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente huidiza; a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.
Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo; porque es fuerte el amor como la muerte; inflexibles, como el infierno, son los celos. Flechas de fuego son sus flechas, llamas divinas son sus llamas.
Acuérdate de que tú fuiste siervo también en Egipto y de que el Señor, tu Dios, te sacó de allí con mano fuerte y brazo poderoso. Por eso el Señor, tu Dios, te manda guardar el sábado.
Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron tras otros dioses de los pueblos vecinos; los adoraron, provocando por ello la ira del Señor.
Y ahora, Señor, Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y te conseguiste una fama que dura hasta el presente, nosotros hemos sido pecadores y criminales.