Si el rey quiere agradarme y concederme lo que pido y atender mi deseo, que vuelva mañana con Amán al banquete que prepararé, y daré mi respuesta al rey'.
Hermanos, no seáis como niños en vuestros pensamientos; sed como niños en lo que se refiere al mal, pero como hombres adultos en vuestra manera de pensar.
Los correos se aprestaron a cumplir el mandato del rey. El edicto fue promulgado también en la ciudad de Susa. Mientras el rey banqueteaba, en la ciudad de Susa reinaba la consternación. Ver El Decreto [Est_13,1- 7]