Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Ester 4:16

Biblia Martin Nieto

'Anda, reúne a todos los judíos de Susa, y ayunad por mi intención. No comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo, con mis doncellas, ayunaré. Luego me presentaré al rey, aun contra la ley, y si he de morir, moriré'.

Ver Capítulo Copiar

29 Referencias Cruzadas  

Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.

Josafat, atemorizado, recurrió al Señor y promulgó ayuno en todo Judá.

Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda la vida por mí, la salvará.

No; le pondré al corriente para que ordene a sus hijos y a su casa, después de él, que observen la ley del Señor, practicando la justicia y el derecho, de modo que el Señor cumpla en Abrahán cuanto ha prometido acerca de él'.

Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir, si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos, cuya tierra ocupáis; yo y mi casa serviremos al Señor'.

¡Ánimo!, luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que el Señor haga lo que bien le parezca'.

Que el Dios todopoderoso haga que aquel hombre sea benévolo con vosotros y os deje traer libre al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, que así sea'.

Aquel día el Señor Dios omnipotente os invitaba a tonsuraros y a vestiros de saco.

Tres días después, Ester, revestida de reina, llegó al atrio interior de palacio, ante la cámara real. Asuero estaba sentado en el trono en la sala real, de cara a la puerta.

que por la obra de Cristo estuvo a punto de morir poniendo en peligro su vida para proporcionarme en vuestra ausencia los servicios que vosotros no me podíais prestar.

los cuales, por salvarme a mí se jugaron la vida; no sólo yo les estoy agradecido, sino también todas las iglesias del mundo pagano.

Mientras esperaban a que se hiciera de día, Pablo instaba a todos a que comiesen, diciéndoles: 'Lleváis ya catorce días esperando, en ayunas, sin comer nada;

Pablo respondió: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre de Jesús, el Señor'.

Cuando se marchó el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus criados y un soldado piadoso, de los que le asistían,

donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber.

De la misma manera que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del cetáceo, así estará el hijo del hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.

Él expuso su propia vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Lo viste tú mismo y te alegraste. ¿Por qué quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin razón?'.

Pilato respondió: 'Lo que he escrito, escrito está'.

En todas las provincias y lugares donde fue publicado el edicto del rey no había más que luto, ayunos, lloros y lamentos por parte de los judíos. El saco y las cenizas fueron el lecho de muchos.

Mardoqueo se retiró y puso en práctica las instrucciones recibidas de Ester. Ver Oración de Mardoqueo [Est_13,8-18], Oración de Ester [Est_14,1-19] y Ester se presenta al rey [Est_15,4-19]

Fue cuando en el año quinto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, fue convocado a un ayuno ante el Señor todo el pueblo de Jerusalén y toda la multitud llegada a Jerusalén de las ciudades de Judá.

para que implorasen el favor del Dios del cielo acerca de aquel enigma y no pereciesen Daniel y sus compañeros junto con los otros sabios de Babilonia.

Si entramos en la ciudad, moriremos allí de hambre; y si nos quedamos aquí, moriremos también. Pasemos al campamento de los sirios: si nos dejan con vida, viviremos; y si nos matan, moriremos'.

Allí, a orillas del río Ahavá, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios y pedirle un viaje feliz para nosotros, nuestras familias y toda nuestra hacienda.

ordenando celebrar los días de purim y en su fecha exacta, según habían establecido el judío Mardoqueo y la reina Ester, y cómo se habían obligado ellos y su descendencia en cuanto a ayunos y lamentaciones.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios