Algún tiempo después el rey Asuero encumbró a Amán, hijo de Hamdatá, el de Agag; le dio un alto cargo por encima de todos los funcionarios, sus compañeros.
y les habló largamente de sus riquezas fabulosas, del número de sus hijos y de la estima que el rey le había concedido, engrandeciéndolo por encima de todos sus príncipes y cortesanos. Y añadió:
Y dijo Samuel: 'Como tu espada ha dejado sin hijos a tantas mujeres, así tu madre entre todas quedará privada de su hijo'. Samuel mató a Agag ante el Señor en Guilgal.
Ester volvió a hablar al rey. Se echó a sus pies llorando y rogándole que anulase los malvados propósitos de Amán, el de Agag, y sus proyectos contra los judíos.
Los más destacados eran Carsena, Setar, Admatá, Tarsis, Meres, Marsená y Memucán, los siete príncipes persas y medos que pertenecían al consejo real y ocupaban los primeros cargos del reino.
ya que tú eres el enviado del rey y de sus siete consejeros para supervisar en Judá y Jerusalén el cumplimiento de la ley de tu Dios, que está en tus manos;
Cuando se sintió el hambre en Egipto, el pueblo clamó al Faraón pidiendo pan. Y el Faraón dijo a todos los egipcios: 'Id a José y haced lo que él os diga'.