Todas las manifestaciones de su poder y de su valor y la descripción de la grandeza a la que elevó a Mardoqueo está escrito en las crónicas de los reyes de Media y Persia.
Mardoqueo salió de la presencia del rey con vestiduras regias de color violeta y blanco, una gran corona de oro y manto de lino y púrpura. Toda la ciudad de Susa se regocijó grandemente.
Se abrió una información, se comprobó el hecho y los dos eunucos fueron ahorcados. El caso fue consignado en el libro de las crónicas en presencia del rey.
El rey concedió a Daniel un alto grado, le hizo muchos regalos valiosos y le nombró gobernador de todas las provincias de Babilonia, así como jefe de todos los sabios de Babilonia.
El resto de la historia de Ajab, todo cuanto hizo, la casa de marfil que edificó y las ciudades que construyó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel.