'Anda, reúne a todos los judíos de Susa, y ayunad por mi intención. No comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo, con mis doncellas, ayunaré. Luego me presentaré al rey, aun contra la ley, y si he de morir, moriré'.
Los correos se aprestaron a cumplir el mandato del rey. El edicto fue promulgado también en la ciudad de Susa. Mientras el rey banqueteaba, en la ciudad de Susa reinaba la consternación. Ver El Decreto [Est_13,1- 7]
Encargue el rey a hombres de confianza, en todas las provincias, que elijan las jóvenes vírgenes más bellas, para que se reúnan en la ciudad de Susa, en el harén, bajo la custodia de Hegué, eunuco del rey y guardián de las mujeres; que les hagan un tratamiento de belleza,