Harbona, uno de los eunucos del servicio del rey, dijo: 'La horca de veinticinco metros de altura que Amán ha preparado para Mardoqueo, que habló en favor del rey, está en casa de Amán'. El rey dijo: 'Colgadlo'.
En medio de su alegría, dijeron: 'Que traigan a Sansón para que nos divierta'. Lo sacaron de la cárcel y se divirtieron con él. Lo habían puesto entre las columnas.
y había dado órdenes a sus servidores: 'Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo os diga: ¡Golpead a Amnón!, matadlo. No temáis, porque os lo he mandado yo. Cobrad ánimo y sed valientes'.
Él les mandaba desde su mesa las porciones, y la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los otros. Así bebieron y se alegraron en su compañía.
Los correos se aprestaron a cumplir el mandato del rey. El edicto fue promulgado también en la ciudad de Susa. Mientras el rey banqueteaba, en la ciudad de Susa reinaba la consternación. Ver El Decreto [Est_13,1- 7]