'El gobernador Rejún, el secretario Simsay y sus demás colegas: los jueces y los legados, funcionarios persas, las gentes de Uruk, de Babilonia, de Susa, es decir, los elamitas,
El rey de Asiria trajo gentes de Babilonia, de Cutá, de Avá, de Jamat y de Sefarváyim, y las instaló en las ciudades de Samaría, en lugar de los israelitas; tomaron posesión de Samaría y habitaron en sus ciudades.
Allí yace Elán con todos sus guerreros en torno a su sepulcro; todos muertos, caídos a espada, hundidos como incircuncisos en las moradas subterráneas, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Han cargado con su ignominia junto a aquellos que bajan a la fosa.
Encargue el rey a hombres de confianza, en todas las provincias, que elijan las jóvenes vírgenes más bellas, para que se reúnan en la ciudad de Susa, en el harén, bajo la custodia de Hegué, eunuco del rey y guardián de las mujeres; que les hagan un tratamiento de belleza,