Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis mandamientos y no los habéis observado. Volved a mí, y yo volveré a vosotros -dice el Señor todopoderoso- Pero vosotros decís: '¿En qué tenemos que volver?'.
Todo Israel ha quebrantado tu ley, se ha extraviado sin querer escuchar tu voz. Por esto nos han sobrevenido las maldiciones que están escritas bajo juramento en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él.
Y ahora, Señor, Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y te conseguiste una fama que dura hasta el presente, nosotros hemos sido pecadores y criminales.
Así comienzan las palabras que el Señor dijo a Oseas: 'Anda, toma por mujer una prostituta y engendra hijos de prostitución, porque el país no hace más que prostituirse, alejándose del Señor'.
Entonces los supervivientes se acordarán de mí en medio de las naciones donde sean deportados. Yo quebrantaré su corazón adúltero, que se apartó de mí, y sus ojos prostituidos ante sus ídolos. Tendrán horror de sí mismos por las perversidades que cometieron a causa de todas sus horribles acciones.
¡Mira, Señor, en qué angustia me encuentro! Mis entrañas se estremecen, mi corazón se consume en mi interior, pues he sido muy rebelde. Fuera la espada hacía estragos, y dentro la muerte.
Si nuestras iniquidades dan testimonio contra nosotros, actúa, Señor, por el honor de tu nombre. Sí, nuestras rebeldías han sido numerosas, hemos pecado contra ti.
¡Acostémonos en nuestra ignominia y nos cubra nuestro oprobio, porque contra el Señor, nuestro Dios, hemos pecado nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta el presente y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios!'.
Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes; cada cual siguiendo su propio camino. Y el Señor ha hecho recaer sobre él la perversidad de todos nosotros.
y exclamé: 'Dios mío, estoy confundido y me avergüenzo de levantar mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades sobrepasan nuestra cabeza, y nuestros delitos llegan hasta el cielo.
a causa del mal que cometieron para irritarme, quemando incienso y sirviendo a dioses extraños, desconocidos de ellos, de vosotros y de vuestros padres.
Pero el Señor es muy justo, porque yo me rebelé contra sus leyes. ¡Oh, escuchad, pueblos todos, y mirad mi dolor; mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro!
Tú sales a recibir a los que practican la justicia y tienen en la mente tus caminos. Te has irritado, sí, porque pecamos; contra ti, desde antiguo, hemos sido rebeldes.
Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables.
Pero ella se ha rebelado contra mis leyes con más perversidad que estas naciones, y contra mis decretos más que los países que la circundan, pues han desechado mis leyes y no han procedido según mis mandamientos.