Me acerqué a uno de los que estaban allí de pie y le rogué que me informara del sentido de todo aquello. Él me respondió y me indicó la interpretación de las visiones:
Un río de fuego manaba y salía delante de él. Miles de millares le servían, millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y los libros se abrieron.
Esto dice el Señor todopoderoso: Si sigues mis caminos y guardas mis mandamientos, tú gobernarás mi casa, serás guardián de mis atrios y te haré llegar al rango de estos que están aquí.
Gabriel se llegó donde yo estaba. Cuando se acercó, quedé espantado y caí de bruces. Él me dijo: Hijo de hombre, entiende que la visión se refiere al tiempo del fin.