Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Daniel 7:1

Biblia Martin Nieto

El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel, mientras estaba en la cama, tuvo un sueño y pasaron por su espíritu unas visiones. En seguida puso por escrito el sueño.

Ver Capítulo Copiar

34 Referencias Cruzadas  

Porque el Señor Dios no hace nada sin que manifieste su plan a sus siervos los profetas.

El rey Baltasar convidó a un gran festín a mil de sus dignatarios, y en su presencia se dio a beber vino.

Finalmente vino a mi presencia Daniel, llamado Baltasar según el nombre de mi Dios, hombre en quien está el espíritu del Dios santo, y le conté el sueño.

Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en materia de escritura y en sabiduría. Daniel, en particular, sabía interpretar toda clase de visiones y sueños.

El profeta que haya tenido un sueño, que cuente su sueño. Y aquel que ha recibido mi palabra, que anuncie fielmente mi palabra. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? -dice el Señor-.

Escribe lo que has visto, lo presente y lo que sucederá en seguida.

Y el Señor me respondió: 'Escribe la visión, grábala en tablillas, para que pueda leerse con facilidad;

Yo, Daniel, quedé profundamente turbado y las visiones que contemplé me dejaron asustado.

Yo seguía contemplando en mis visiones nocturnas: En las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre; se dirigió hacia el anciano y se presentó ante él.

El año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo un sueño que le preocupó tanto, que no podía dormir.

El Señor les dijo: 'Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, yo me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños.

Y Dios habló a Israel en una visión nocturna: '¡Jacob! ¡Jacob!'. Él respondió: 'Aquí estoy'.

Cuando hablaron los siete truenos, me dispuse a escribir; pero oí una voz del cielo, que decía: 'Ten en secreto lo que han dicho los siete truenos, y no lo escribas'.

¿Hay que seguir presumiendo? Aunque no está bien, hablaré de las visiones y revelaciones del Señor.

Pues todo lo que ha sido escrito en el pasado, lo fue para nuestra enseñanza, a fin de que por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras tengamos esperanza.

El año tercero del reinado de Baltasar, yo, Daniel, tuve una segunda visión después de la precedente.

A continuación, y siempre en mi visión nocturna, vi una cuarta bestia terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte. Tenía enormes dientes de hierro, comía y trituraba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas; era diferente de todas las otras bestias que la habían precedido y tenía diez cuernos.

Aquella misma noche Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado.

Y tú, Baltasar, hijo suyo, tampoco has conservado humilde tu corazón, a pesar de que sabías todo esto;

El año treinta, el mes cuarto, el día cinco del mes, me encontraba yo entre los deportados junto al río Quebar, cuando se abrieron los cielos y contemplé visiones divinas.

Jeremías llamó a Baruc, hijo de Nerías, y Baruc escribió, al dictado de Jeremías, todas las palabras que el Señor había dirigido al profeta.

Todas las naciones estarán sujetas a él, a su hijo y a su nieto, hasta que le llegue la hora también a su país; entonces lo subyugarán muchas naciones y reyes poderosos.

Ahora vete, graba esto en una tabla, escríbelo en un libro, y que sirva de testimonio perpetuo para el futuro.

El Señor me dijo: 'Toma una tabla grande y escribe en ella en caracteres legibles: Maher-Salal-Jas-Baz,

Cuando el espíritu divaga en las visiones de la noche, cuando el sopor a los hombres invade,

Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.

Jeremías, pues, tomó otro libro y se lo entregó a su secretario Baruc, hijo de Nerías, el cual escribió en él, al dictado de Jeremías, todas las palabras del libro que había quemado Joaquín, rey de Judá. Fueron añadidas además otras muchas del mismo género.

en visiones divinas, a la tierra de Israel. Me posó sobre un monte altísimo, en cuya cima parecía que estaba edificada una ciudad mirando al mediodía.

El rey se dirigió a Daniel, a quien llamaban Baltasar, y le dijo: '¿Eres capaz de decirme el sueño que he tenido y darme su interpretación?'.

Su corazón dejará de ser un corazón de hombre; se le dará un corazón de bestia. Después pasarán por él siete períodos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios