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Referencias Cruzadas

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Daniel 3:12

Biblia Martin Nieto

Pues hay algunos judíos, aquellos a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, esto es, Sidrac, Misac y Abdénago, que no te hacen caso, oh rey; no veneran a tu dios ni adoran la estatua de oro que has levantado'.

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15 Referencias Cruzadas  

En seguida se presentaron al rey y le dijeron a propósito del decreto de prohibición: '¿No has firmado una prohibición que todo el que en el espacio de treinta días dirija una oración a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea arrojado en la fosa de los leones?'. El rey respondió: 'Sí, así está establecido según la ley de los medos y los persas, que es irrevocable'.

Luego, a propuesta de Daniel, el rey nombró administradores de la provincia a Sidrac, Misac y Abdénago. Daniel se quedó en la corte real.

y Jasón los ha hospedado. Todos éstos actúan contra los decretos del césar, diciendo que hay otro rey, Jesús'.

Cruel es el furor e impetuosa la ira, pero ¿quién podrá resistir ante la envidia?

'¿No os ordenamos solemnemente que no enseñaseis en nombre de ése? Y, sin embargo, habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina y queréis hacernos responsables de la sangre de este hombre'.

He visto que todo trabajo y toda empresa con éxito no es más que envidia de uno contra otro. También esto es vanidad y andar a caza del viento.

Amán dijo al rey Asuero: 'En medio de las incontables gentes de tu reino y por todas las provincias hay esparcido y diseminado un pueblo, separado de los demás, que tiene leyes diferentes y no cumple las órdenes del rey. Los intereses del reino no permiten tolerarlo.

Pero el jefe de los eunucos les cambió el nombre: a Daniel le llamó Baltasar; a Ananías, Sidrac; a Misael, Misac, y a Azarías, Abdénago.

El rey concedió a Daniel un alto grado, le hizo muchos regalos valiosos y le nombró gobernador de todas las provincias de Babilonia, así como jefe de todos los sabios de Babilonia.

y que aquellos que no se postren para adorarla sean arrojados en un ardiente horno de fuego.

Sidrac, Misac y Abdénago respondieron al rey Nabucodonosor: 'No necesitamos darte una respuesta sobre este particular.

Sí, hemos pecado, hemos obrado inicuamente alejándonos de ti; hemos fallado en todo y no hemos guardado tus preceptos,

no los hemos puesto en práctica, ni hemos obrado como tú nos mandabas para que todo fuese bien.

'Pues bien -respondieron-, Daniel, ese deportado de Judá, no hace caso ni de ti, oh rey, ni de la prohibición que has firmado, sino que tres veces al día hace su oración'.




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