El rey les respondió: 'Tened bien presente mi decisión: Si no me decís el sueño y no me dais su interpretación, seréis cortados en pedazos y vuestras casas serán reducidas a un montón de ruinas.
Ordeno, además, que a todo aquel que no cumpla este edicto se arranque una viga de su casa, se le amarre a ella y se le azote, y su casa sea reducida por este delito a un montón de escombros.
Y dijo Samuel: 'Como tu espada ha dejado sin hijos a tantas mujeres, así tu madre entre todas quedará privada de su hijo'. Samuel mató a Agag ante el Señor en Guilgal.
Josué pronunció este juramento delante del Señor: 'Maldito el hombre que venga a edificar esta ciudad. Pondrá los cimientos sobre su primogénito, y sobre su hijo menor levantará las puertas'.
Su ramaje era hermoso, abundante su fruto, había en él comida para todos; a su sombra se cobijaban las bestias de los campos, en sus ramas hacían nidos los pájaros del cielo y de él se alimentaba todo ser viviente.