Sacó de allí, como había dicho el Señor, todos los tesoros del templo del Señor y del palacio real, e hizo pedazos todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había fabricado para el santuario del Señor.
Palabra que fue dirigida a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, esto es, el año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
Sólo que, al llegar a nuestra tierra Nabucodonosor, rey de Babilonia, dijimos: Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército de los caldeos y de los sirios, y nos hemos establecido en Jerusalén'.
Palabra que el profeta Jeremías dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando éste escribió en un libro estas palabras dictadas de labios de Jeremías, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá:
El día diez del quinto mes -era el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia-, llegó a Jerusalén Nebuzardán, jefe de la escolta y del servicio personal del rey de Babilonia,