Semejante es mi amor a una gacela, a un ágil cervatillo. Vedlo ya aquí apostado detrás de nuestra cerca. Mira por las ventanas, espía por las celosías.
El Señor es mi Señor, él es mi fuerza; él hace mis pies como los de las ciervas y me hace caminar por las alturas. (Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda).