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Referencias Cruzadas

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Cantares 1:8

Biblia Martin Nieto

Si no lo sabes, tú, la más bella de las mujeres, sigue el rastro de las ovejas y lleva a pastar tus cabritos junto a las chozas de los pastores. Él:

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25 Referencias Cruzadas  

Coro: ¿Dónde se fue tu amor, tú, la más bella de las mujeres? ¿Adónde se dirigió tu amor, para que contigo lo busquemos? Ella:

¿Qué distingue a tu amado de los otros, tú, la más bella de las mujeres? ¿Qué distingue a tu amor de los otros, para que así nos conjures? Ella:

ejemplo es Sara que obedeció a Abrahán, llamándole señor. Vosotras podéis ostentar el título de hijas suyas si hacéis el bien sin dejaros atemorizar por nada.

Hermanos, tomad como modelos de constancia y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.

Abrahán, nuestro Padre, ¿no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe.

que no os descuidéis y que sigáis el ejemplo de aquellos que por la fe y la perseverancia entran en posesión de las promesas.

para prepararse una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa parecida, sino santa y perfecta.

Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Pedro le contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te amo'. Jesús le dijo: '¡Apacienta mis corderos!'.

Esto dice el Señor: 'Apostaos en las sendas de antaño, informaos de los caminos antiguos. Ése es el buen camino; seguidlo y hallaréis descanso para vuestras almas'. Pero ellos han dicho: '¡No lo seguiremos!'.

¡Qué delicioso es tu amor, hermana mía, novia mía, qué delicioso tu amor, más que el vino! ¡Y el olor de tus perfumes más que todos los aromas!

¡Toda hermosa eres, amor mío, no hay tacha alguna en ti!

¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres! Tus ojos, de paloma, a través de tu velo. Tu melena, cual rebaño de cabras ondulante por las pendientes de Galaad.

Mi amor canta y me dice: Él: '¡Levántate, amor mío; hermosa mía, ven!

¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres! Tus ojos son como palomas... Ella:

dichoso el hombre que me escucha velando a mis puertas día tras día, vigilando a la entrada de mi casa.

La hija de Tiro llega con presentes, los ricos del pueblo te rinden vasallaje.

Escucha, hija mía, atiende, mira, olvida tu pueblo y tu familia:

Ellos, en cambio, veneran a los dioses que hay aquí en la tierra, malditos los que en ellos se complacen.

¿Y Rajab, la prostituta, no fue también justificada por las obras, al recibir a los mensajeros y hacerles partir por otro camino?




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