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Referencias Cruzadas

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Cantares 1:3

Biblia Martin Nieto

Más dulces que el vino tus amores son, suave es el olor de tus perfumes. Tu nombre es un perfume refinado; por eso las jóvenes se enamoran de ti.

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26 Referencias Cruzadas  

Más vale la buena fama que el perfume más fino; y el día de la muerte que el día del nacimiento.

María, por su parte, tomó una libra de perfume de nardo puro, de gran precio, y ungió los pies de Jesús, enjugándolos luego con sus cabellos, por lo que la casa se llenó del olor del perfume.

¡Qué delicioso es tu amor, hermana mía, novia mía, qué delicioso tu amor, más que el vino! ¡Y el olor de tus perfumes más que todos los aromas!

Éstos son los que no se han manchado con mujeres, porque son vírgenes; éstos siguen al cordero adondequiera que va; fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el cordero;

Tengo lo que podía necesitar, y más todavía; tengo de sobra después de haber recibido de Epafrodito vuestros socorros, ofrenda de suave olor, sacrificio grato, agradable a Dios.

Es como un perfume fino en la cabeza, que baja por la barba, por la barba de Aarón, y llega hasta la orla de su manto.

Majestuosa está en el interior la hija del rey, engalanada con tejidos de oro;

'Entonces el reino de Dios será semejante a diez muchachas, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.

a dar a todos los afligidos de Sión una diadema en lugar de ceniza, perfume de alegría en lugar del vestido de luto, alabanza en lugar de espíritu abatido. Se les llamará encinas de justicia, plantación del Señor para su gloria.

Eras de bálsamo sus mejillas, macizos de perfumes. Sus labios son lirios que destilan mirra virgen.

Tengo celos divinos de vosotros, porque os he desposado con un solo marido, os he presentado a Cristo como una virgen pura.

¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo, perfume de mirra y de incienso y de todo aroma de perfumes? Ella:

El perfume y el incienso alegran el corazón, el consejo y la ciencia son la delicia del alma.

Me levanté para abrir a mi amor, y mis manos destilaron mirra, mirra fluida mis dedos en la manilla de la cerradura.

Moisés dijo al Señor: 'Bien, tú me dices: Conduce a este pueblo, pero no me has dado a conocer a quién mandarás conmigo. Y, no obstante, me has dicho: Yo te conozco por tu nombre, tú has hallado gracia a mis ojos.

Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas, y las doncellas son sin número.

Él dijo: 'Yo haré pasar delante de ti toda mi grandeza y proclamaré ante ti el nombre de El Señor, pues yo hago gracia a quien quiero y tengo misericordia con quien quiero'.




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