y les habló de esta manera: 'Mi padre os puso un yugo muy pesado, yo lo haré más pesado todavía; mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos'.
Y tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. No temas, aunque te encuentres entre cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras ni te asustes de sus miradas, porque no son más que una raza de rebeldes.