Tuve una visión en el momento en que el cordero abrió el primero de los siete sellos. Oí al primero de los cuatro seres vivientes, que gritaba como con una voz de trueno: Ven.
Cuando el cordero abrió el sexto sello, se produjo un terremoto violento, el sol se oscureció como un tejido de crin, la luna se hizo toda como de sangre,
Cuando el cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar vivos a los que habían sido degollados por proclamar la palabra de Dios y por el testimonio que habían dado.
Cuando el cordero abrió el tercer sello, oí gritar al tercer ser viviente: Ven. Y vi aparecer un caballo negro, cuyo jinete tenía en la mano una balanza.
Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.