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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 7:3

Biblia Martin Nieto

'No toquéis la tierra, ni el mar, ni los árboles hasta que hayamos sellado en la frente a los servidores de nuestro Dios'.

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31 Referencias Cruzadas  

verán su cara y llevarán su nombre en la frente.

y le dijo: 'Pasa por la ciudad, recorre Jerusalén y marca con una cruz la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las nefastas acciones que se cometen dentro de ella'.

Pero se les ordenó que no hicieran daño a la hierba, al verde y a los árboles, sino solamente a los hombres que no tuvieran la señal de Dios en la frente;

Vi también unos tronos; a los que se sentaron sobre ellos, les dieron el poder de juzgar. Vi a los que habían sido degollados por dar testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni su estatua y no habían recibido la marca ni en sus frentes ni en sus manos. Éstos vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Después vi al cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, acompañado de ciento cuarenta y cuatro mil personas que tenían escrito en las frentes su nombre y el nombre de su Padre.

Hizo que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha o en la frente,

La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; al ver la sangre, pasaré de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto.

Ningún arma forjada contra ti dará resultado; a toda lengua que te acuse la convencerás de culpabilidad. Ésta es la heredad de los hijos del Señor, la justicia que yo les aseguro -dice el Señor-.

porque sus sentencias son objetivas y justas, porque ha castigado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su prostitución; él ha vengado en ella la sangre de sus siervos.

Y oí como una voz que salía de los cuatro seres vivientes, que decía: Un celemín de trigo por el salario de un día; tres celemines de cebada por el salario de un día; pero el aceite y el vino no tocarlos.

Entonces vosotros volveréis a ver la diferencia que hay entre el justo y el injusto, entre quien sirve al Señor y quien no le sirve.

El Señor pasará para castigar a los egipcios y, al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, pasará de largo; no permitirá al exterminador entrar en vuestras casas para herir.

El que quiera ponerse a mi servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

Si aquellos días no se acortasen, nadie se salvaría; pero, en atención a los elegidos, aquellos días serán acortados'.

Buscad al Señor vosotros todos, humildes de la tierra, que habéis puesto en práctica sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad; quizá podáis quedar seguros el día de la ira del Señor.

Esto dice el Señor: Cuando se encuentra zumo en un racimo se dice: No lo destruyas, porque es una bendición. Así haré yo por amor de mis siervos: no lo destruiré todo.

Lo ha castigado con la dispersión, con el destierro; lo ha aventado con la fuerza de su soplo, como en día de viento solano.

Si aún quedara una décima parte, será también exterminada igual que el terebinto o la encina, que, al ser talados, conservan un tronco; ese tronco será semilla santa.

Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.

Y mandará a sus ángeles con potentes trompetas, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos desde uno a otro extremo del mundo'.

Pero aquellos hombres se presentaron atropelladamente ante el rey y le dijeron: 'No olvides, oh rey, que, según la ley de los medos y los persas, ninguna prohibición o edicto que haya dado el rey puede ser revocada'.

'Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres; que tu nombre sea glorificado por los siglos.

Si nuestro Dios, a quien nosotros veneramos, quiere librarnos del ardiente horno de fuego y de tus manos, oh rey, nos librará.

Matad a ancianos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres, hasta el exterminio. Pero no toquéis a los que tengan la cruz en la frente. Empezad por mi santuario'. Empezaron, pues, por los ancianos que estaban delante del templo.

El que lo acepta certifica que Dios dice la verdad.

Después de esto vi cuatro ángeles en pie en los cuatro ángulos de la tierra, que retenían los cuatro vientos de la tierra para que no soplase el viento ni sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

Después vi otro ángel, que subía del oriente y llevaba el sello del Dios vivo; y gritó con voz potente a los cuatro ángeles a los que se les había dado el poder de dañar la tierra y el mar:

de forma que ninguno pudiera comprar o vender si no había sido marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre.

Los siguió un tercer ángel, gritando con voz potente: 'Si alguno adora a la bestia o a su estatua y recibe su marca en la frente o en la mano,




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