El día del Señor vendrá como ladrón: los cielos se desintegrarán entonces con gran estrépito, los elementos del mundo quedarán hechos ceniza y la tierra con todo cuanto hay en ella desaparecerá.
Aquel día el Señor castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente huidiza; a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.
Entonces vi surgir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; sobre sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas nombres blasfemos.
Así volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo; dicha eterna coronará su cabeza; alegría y dicha los acompañarán y huirán las penas y suspiros.