Hermanos, es nuestro deber y es de justicia dar gracias a Dios por vosotros, por los grandes progresos de vuestra fe y por el amor cada vez más grande que os tenéis unos a otros,
Pero tengo algo contra ti: tienes secuaces de la doctrina de Balaán, el cual enseñaba a Balac la manera de hacer caer a los israelitas, incitándoles a comer carnes sacrificadas a los ídolos y a fornicar.
Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos.