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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 19:6

Biblia Martin Nieto

Luego oí como una voz de potentes truenos, que decía: ¡Aleluya! El Señor, nuestro Dios, todopoderoso, ha establecido su reino.

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25 Referencias Cruzadas  

El Señor es rey; que se alegre la tierra y exulten las islas incontables.

Oí una voz que venía del cielo, semejante a la voz de aguas caudalosas y al ruido de un gran trueno. El sonido que oí era como el de citaristas que tocan sus cítaras.

Después de esto oí en el cielo la voz de una gran multitud que decía: ¡Aleluya! La victoria, la gloria y el poder a nuestro Dios,

El Señor es rey, tiemblen las naciones; se sienta sobre querubines, vacile la tierra.

El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá;

Tuve una visión en el momento en que el cordero abrió el primero de los siete sellos. Oí al primero de los cuatro seres vivientes, que gritaba como con una voz de trueno: Ven.

sus pies, como el bronce fundido a fuego; su voz, como el rumor de aguas caudalosas;

Sentí el rumor de las alas mientras se movían; parecía el rumor de aguas ingentes, semejante a la voz del todopoderoso; un ruido tumultuoso como el de un ejército. Y cuando se pararon, replegaron sus alas.

No vi en ella ningún templo, porque su templo es el Señor, Dios todopoderoso, y el cordero.

Oí una voz potente en el cielo, que decía: Ahora ha llegado la victoria, el poder, el reino de nuestro Dios y la soberanía de su mesías, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche les acusaba ante nuestro Dios.

Después el ángel tomó el incensario, lo llenó de fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra. Entonces se produjeron truenos, relámpagos, voces y terremotos.

Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios).

la gloria del Dios de Israel llegaba a la parte de oriente. Su ruido era como el ruido de una masa de agua, y la tierra resplandecía de gloria.

¡Oh, qué bellos son por los montes los pies del mensajero de albricias, que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación y dice a Sión: ¡Tu Dios reina!

Los que practicáis la justicia, alegraos en el Señor y bendecid su santa memoria.

las nubes dejaron caer su lluvia, los nublados tronaron y los rayos volaban por uno y otro lado;

¿Tienes un brazo tú como el de Dios? ¿Puedes tronar con voz como la suya?

Entonces el cielo y la tierra y cuanto encierran entonarán sobre Babilonia un cántico de triunfo, porque del norte llegan contra ella los devastadores -dice el Señor-.

Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro rey, cantad;

Pueblos todos, batid palmas, aclamad al Señor con gritos de alegría,

no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal'.

Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso.

Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes cayeron de rodillas y adoraron a Dios, que está sentado sobre el trono, diciendo: Amén. ¡Aleluya!




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