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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 16:9

Biblia Martin Nieto

Los hombres fueron quemados con terribles quemaduras, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, en vez de arrepentirse para darle gloria.

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20 Referencias Cruzadas  

Granizos enormes - como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande.

En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.

Ya le he dado tiempo para que se arrepienta, pero ella no quiere convertirse de su lujuria.

Os digo que no. Todos pereceréis igualmente si no os arrepentís'.

Os digo que no; y, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

¡Oh Señor!, ¿no buscan tus ojos la verdad? Tú les has herido, y no han acusado el golpe; los has aplastado, y no han querido aprender la lección. Han endurecido su frente como la roca, han rehusado convertirse.

Decía con voz potente: 'Reverenciad a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio; adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra, el mar y las fuentes del agua'.

Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar;

y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron.

He tratado de purificarte de tu mancha vergonzosa, pero no te has dejado purificar de tu inmundicia. No serás, pues, purificada hasta que yo no desencadene sobre ti mi furor.

Y vagará por el país, abatido y hambriento; por el hambre se desesperará y maldecirá a su rey y a su Dios. Levantará sus ojos a lo alto,

¿Para qué golpearos todavía, si os seguís rebelando? Enferma está toda la cabeza, el corazón entero dolorido.

Mientras estaba asediado, el rey Acaz aumentó sus pecados contra el Señor.

Aún estaba hablando con ellos, cuando el rey bajó adonde él estaba y le dijo: 'Esta desgracia procede del Señor. ¿Qué más puedo esperar de él?'.

Josué dijo a Acán: 'Hijo mío, da gloria al Señor, Dios de Israel, y ríndele homenaje. Dime lo que has hecho, y no me ocultes nada'.

Bastantes días después, el Señor me dijo de nuevo: 'Levántate y vete al Éufrates a buscar el cinturón que yo te mandé esconder en aquel lugar'.




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