Vi otro ángel que volaba por medio del cielo y tenía una buena nueva eterna que anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo.
En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo y gritaba con voz potente: '¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a tocar!'.
Porque has guardado mi consigna de perseverancia, yo te guardaré en la hora de la prueba que va a sobrevenir sobre todo el mundo para probar a los habitantes de la tierra.
porque el gusano los devorará como a un vestido, y como lana los consumirá la polilla; pero mi justicia durará eternamente, y mi salvación de generación en generación.
Alzad al cielo vuestros ojos, y mirad abajo, hacia la tierra; los cielos se dispersarán como humo, la tierra se gastará como un vestido y sus habitantes morirán como mosquitos; pero mi salvación durará eternamente y mi justicia no tendrá fin.
Al que puede fortaleceros en el evangelio que yo anuncio, en la proclamación de Jesucristo y en la revelación del misterio mantenido en secreto desde tiempo eterno,
aún tenía en los labios las palabras de mi oración, cuando Gabriel, aquel personaje que había visto anteriormente en visión, volando raudo, se acercó a mí, hacia la hora de la ofrenda de la tarde,
siempre que perseveréis sólidamente cimentados en la fe y estables e inconmovibles en la esperanza del evangelio que oísteis, el que ha de ser predicado a toda criatura bajo el cielo, y del que yo, Pablo, he sido elegido ministro.
Mi casa es estable junto a Dios, porque hizo conmigo un pacto eterno, bien reglamentado y garantizado en todo. Él hace que broten mis triunfos y que se cumplan mis deseos.
Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.