Saúl había tenido una concubina llamada Rispá, hija de Ayá. Abner la tomó para sí. Isbaal dijo a Abner: '¿Por qué te has unido a la concubina de mi padre?'.
te he dado la casa de tu señor y puse en tus brazos las mujeres de tu señor, y te he dado la casa de Israel y de Judá, y, por si esto fuera poco, te añadiré todavía más.