David y sus gentes salían y hacían incursiones contra los guesuritas, los guirsitas y los amalecitas, pues éstos habitaban la región que va desde Telán, en dirección a Sur, hasta la tierra de Egipto.
Yaír, hijo de Manasés, se adueñó de toda la confederación de Argob hasta la frontera de los guesuritas y de los maacatitas, y dio su nombre a estas aldeas de Basán, las cuales hasta hoy se siguen llamando Aduares de Yaír).
Absalón le respondió: 'Te he mandado a decir que vinieses para enviarte al rey con este mensaje: ¿Para qué he venido de Guesur? Me hubiera sido mejor estar todavía allí. Quiero ver al rey; y, si tengo culpa, que me mate'.
Su padre no le había reprendido en su vida, ni le había pedido cuentas de lo que hacía. Era de aspecto muy gallardo, y había nacido después de Absalón.
Y Adonías: 'Tú sabes que a mí me tocaba la dignidad real y que todo Israel había puesto en mí sus ojos, esperando que yo había de reinar. Pero la realeza se me escapó y pasó a mi hermano, porque el Señor se la había destinado a él.