Hacedlo así; porque el Señor ha dicho a David: Yo libraré a mi pueblo de la mano de los filisteos y de todos sus enemigos por medio de mi siervo David'.
El Señor dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, siendo así que yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite. Yo te envío a casa de Jesé, de Belén, porque me he elegido un rey entre sus hijos'.
Pero ahora tu realeza no durará; el Señor se ha buscado un hombre según su corazón y le ha destinado para rey de su pueblo, porque tú no has observado lo que el Señor te ha mandado'.
'Mañana a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín; tú le ungirás como jefe de mi pueblo Israel para que salve a mi pueblo de la mano de los filisteos, porque he visto la miseria de mi pueblo y su clamor ha llegado hasta mí'.
David puso guarniciones en Siria de Damasco, y los sirios le quedaron sometidos y le pagaron tributo. El Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba.