Ahí tienes a Semeí, hijo de Guerá, el benjaminita, de Bajurín, el que me lanzó atroces imprecaciones cuando yo iba a Majanayín; pero bajó a mi encuentro al Jordán y le juré por el Señor que no le mataría.
Pero les vio un joven y se lo comunicó a Absalón. Entonces los dos, caminando de prisa, llegaron a Bajurín, a casa de un hombre que tenía una cisterna en el patio, y allí se metieron.
Ismael, hijo de Netanías, salió de Mispá a su encuentro, llorando todo el camino, y, al llegar a su encuentro, les dijo: 'Venid donde Godolías, hijo de Ajicán'.