Pero como este territorio les resultaba estrecho, los de la tribu de Dan subieron a atacar a Lesén, la tomaron y la pasaron a filo de espada; la ocuparon y se establecieron en ella. La llamaron Lesén-Dan, del nombre de Dan, su padre.
El Señor los entregó en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón la Grande y hasta Misrefot, al occidente, y hasta el valle de Mispá, al oriente. Los derrotó de tal forma que no quedó ni un superviviente.
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían grandes y numerosos rebaños. Cuando vieron que la tierra de Yazer y la de Galaad eran lugares muy aptos para la ganadería,