David levantó allí un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación. Entonces el Señor tuvo misericordia del país y retiró el castigo de Israel.
Y los enterraron todos en el territorio de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl. Se hizo todo lo que había ordenado el rey; y después de esto Dios tuvo piedad del país.
Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar; preparó la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña.