Ornán dijo a David: 'Tómela mi señor, el rey, y ofrezca en ella lo que le agrade. Mira, ahí están los bueyes para el holocausto; los trillos y el yugo servirán de leña.
Se apartó de Elías, tomó la yunta de bueyes y la inmoló; y con los aperos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que la comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y fue su servidor.
Cuando el arca llegó al campo de Josué, el de Bet Semes, se detuvo. Allí había una piedra grande. El carro lo hicieron astillas y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor.
David dijo a Ornán: 'Cédeme el solar de la era para levantar en ella un altar al Señor. Cédemela por su justo precio en plata, para que el castigo se retire del pueblo'.
Después construirás al Señor, tu Dios, en la cumbre de este cerro, un altar bien preparado. Entonces ofrecerás el toro gordo en holocausto con la leña que habrás cortado'.