Ornán dijo: '¿Por qué viene mi señor, el rey, a su siervo?'. David respondió: 'A comprarte la era y levantar en ella un altar al Señor, para que el castigo se retire del pueblo'.
Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl, con los vestidos desgarrados y la cabeza cubierta de polvo. Cuando llegó donde estaba David, se postró rostro en tierra.