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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 24:16

Biblia Martin Nieto

El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para exterminarla; pero el Señor se arrepintió del mal y dijo al ángel exterminador: 'Basta, retira tu mano'. El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.

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37 Referencias Cruzadas  

El Señor pasará para castigar a los egipcios y, al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, pasará de largo; no permitirá al exterminador entrar en vuestras casas para herir.

se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra, y con gran dolor

Pero en aquel instante un ángel del Señor lo hirió de muerte, por haberse arrogado el honor de Dios, y murió roído de gusanos.

Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en Jerusalén, sobre el monte Moria, allí donde su padre había tenido la visión. Era el lugar preparado por David en la era de Ornán, el jebuseo.

Y aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento de Asiria a ciento ochenta y cinco mil; y, al levantarse por la mañana, vieron que todos ellos eran cadáveres.

'Me arrepiento de haber hecho a Saúl rey de Israel, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes'. Samuel se entristeció y estuvo toda la noche rogando al Señor.

y el Señor envió a un ángel, que aniquiló a todos los soldados, jefes y oficiales del campamento del rey de Asiria, el cual se vio obligado a regresar lleno de vergüenza a su tierra, donde murió asesinado a golpe de espada por sus propios hijos cuando estaba en el templo de su dios.

A ése ya le basta con el castigo que le ha impuesto la mayoría.

Volvió por tercera vez y les dijo: '¡Dormid ya y descansad! ¡Se terminó! ¡Ha llegado la hora! El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

Quitaré de su boca la sangre, y de entre sus dientes las comidas prohibidas. Ellos serán también como un resto para nuestro Dios, y como una familia en Judá. Ecrón será como el jebuseo.

¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte!

Por esto el Señor se arrepintió y dijo: 'No sucederá'.

Por esto el Señor se arrepintió y dijo: 'No sucederá'.

Porque no quiero discutir eternamente y estar por siempre airado, pues ante mí sucumbiría el espíritu y las almas que yo he creado.

Lo ha castigado con la dispersión, con el destierro; lo ha aventado con la fuerza de su soplo, como en día de viento solano.

Porque el Señor hace justicia a su pueblo y se compadece de sus siervos.

Vuelve con nosotros, Señor. ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.

Él, el misericordioso, en vez de destruirlos, perdonaba sus faltas; muchas veces su cólera contuvo y no dejó correr todo su enojo;

su camino sea oscuro y deslizante, perseguidos por el ángel del Señor.

Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.

Aquel día Gad se presentó a David y le dijo: 'Anda y levanta un altar al Señor en la era de Ornán, el jebuseo'.

Aquel día dijo David: 'El que quiera derrotar al jebuseo, que entre por el canal. En cuanto a los cojos y a los ciegos, son enemigos de David'. Por eso se dice: 'Los ciegos y los cojos no entrarán en el templo del Señor'.

Cuando llegaron cerca de Jebús, era el atardecer, y el criado dijo a su amo: 'Vayamos a esta ciudad de los jebuseos para pasar en ella la noche'.

Sin embargo, los de la tribu de Benjamín no pudieron echar de Jerusalén a los jebuseos, que han continuado viviendo allí hasta el día de hoy con los de Benjamín.

Pero los hijos de Judá no pudieron echar de Jerusalén a los jebuseos; por eso los jebuseos viven todavía hoy en Jerusalén junto con los hijos de Judá.

La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; al ver la sangre, pasaré de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto.

Rezad al Señor; cesen los truenos y el granizo; yo os dejaré partir, y ya no os quedaréis aquí'.

y a los jebuseos, amorreos, guirgaseos,

Y el Señor se retractó del mal que había dicho que iba a hacer a su pueblo.

No protestéis contra Dios como algunos de ellos lo hicieron, y acabaron en manos del exterminador.

¿Acaso por eso le condenaron a muerte Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temieron más bien al Señor; no imploraron su gracia, hasta obtener que retirara la desgracia con que les había amenazado? ¿Y vamos nosotros a cargar con un delito tan grave?'.

y a los jebuseos, amorreos, guirgaseos,

Si seguís en este país, yo os edificaré y no os destruiré, os plantaré y no os arrancaré, pues me pesa el castigo que os he dado.




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