Entonces llegó el cusita y dijo: 'Reciba mi señor, el rey, estas buenas noticias. El Señor te ha hecho justicia librándote de todos aquellos que se habían levantado contra ti'.
Ajimás, hijo de Sadoc, dijo 'Déjame ir corriendo a dar al rey esta buena nueva de que el Señor le ha hecho justicia, librándolo de las manos de sus enemigos'.
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: 'Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia del insulto que recibí de Nabal; impidió a su siervo hacer el mal e hizo recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza'. Después David mandó a decir a Abigaíl que quería casarse con ella.
Mira, padre mío, mira la orla de tu manto en mi mano. Puesto que he cortado la orla de tu manto y no te he matado, reconoce claramente que no hay en mí maldad ni rebeldía. Yo no he pecado contra ti; tú, por el contrario, me acechas para quitarme la vida.
Llevaron la cabeza de Isbaal a David, a Hebrón, y dijeron al rey: 'Aquí tienes la cabeza de Isbaal, hijo de Saúl, tu enemigo, que buscaba tu ruina. El Señor ha vengado hoy a mi señor, el rey, de Saúl y de su descendencia'.