Los gabaonitas le respondieron: 'No se trata de una cuestión de plata o de oro con Saúl y su familia, ni queremos que nadie muera en Israel'. David dijo: 'Haré por vosotros lo que me digáis'.
No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte: debe morir.
Tampoco aceptaréis rescate para dejar salir al refugiado de su ciudad de refugio y que habite en su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.
Labán respondió: '¿Qué he de darte?'. Y Jacob le dijo: 'No tendrás que darme nada. Si haces lo que voy a proponerte, volveré a apacentar tus ovejas.