Adorán era el inspector de las prestaciones personales, y Josafat, hijo de Ajilud, cronista.
Roboán envió a Adorán, el intendente de las prestaciones personales; pero los israelitas le mataron a pedradas. Y el propio Roboán tuvo que apresurarse a subir a su carro y huir a Jerusalén.
Elijóret y Ajías, hijos de Sisá, eran secretarios; Josafat, hijo de Ajilud, el canciller;
Ajisar era mayordomo del palacio, y Adonirán, hijo de Abdá, el prefecto de las prestaciones personales.
Joab, hijo de Sarvia, era el jefe de su ejército; Josafat, hijo de Ajilud, era cronista;