Desde Laquis, el rey de Asiria envió hacia el rey Ezequías, en Jerusalén, al general, con gran fuerza militar. Se apostó éste cerca del canal de la alberca superior, junto al camino del Campo del Batanero.
El Señor dijo a Isaías: 'Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear-Yasub, al extremo del canal de la alberca de arriba, junto al camino del campo del Batanero,
El rey de Asiria mandó desde Laquis a un general en jefe, al jefe de los eunucos y al copero mayor, a Jerusalén, al rey Ezequías. Cuando llegaron a Jerusalén, se detuvieron junto al canal de la alberca superior, que está en el camino del campo del Batanero.
Las vacas se fueron por el camino de Bet Semes y continuaron por él mugiendo, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Los jefes filisteos las siguieron hasta el territorio de Bet Semes.
Después dijeron: 'Está cerca la fiesta del Señor que se celebra todos los años en Silo, ciudad situada al norte de Betel, al oriente del camino que sube de Betel a Siquén y al sur de Leboná'.
Los israelitas le contestaron: 'Subiremos por el camino trillado y, si bebemos de tus aguas, nosotros o nuestros ganados, te daremos el precio de ellas. Es cosa de nada: simplemente pasar a pie'.
Se encontraba allí un hombre perverso, llamado Sebá, hijo de Bicrí, un benjaminita, que tocó la trompeta y dijo: 'Nosotros no tenemos parte con David, nosotros no tenemos herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus tiendas, Israel!'.