Yo soy débil todavía, aunque haya recibido la unción real, y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. Que el Señor pague al que hizo el mal según su malicia'.
Entonces el trono se afincará en la bondad; en él se sentará con fidelidad bajo la tienda de David un juez amante del derecho y celador de la justicia.
Abisay dijo a David: 'Hoy ha puesto Dios a tu enemigo en tus manos. Permíteme que le clave en la tierra con su propia lanza de un solo golpe; no tendré que darle otro'.