Ahí tienes a Semeí, hijo de Guerá, el benjaminita, de Bajurín, el que me lanzó atroces imprecaciones cuando yo iba a Majanayín; pero bajó a mi encuentro al Jordán y le juré por el Señor que no le mataría.
'Ponte a buenas con tu adversario pronto, mientras vas con él por el camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel.
Baja delante de mí a Guilgal; yo iré para ofrecer holocaustos y sacrificios de reconciliación. Esperarás siete días hasta que yo vaya y te diga lo que tienes que hacer'.