Ajimás, hijo de Sadoc, dijo 'Déjame ir corriendo a dar al rey esta buena nueva de que el Señor le ha hecho justicia, librándolo de las manos de sus enemigos'.
Entonces llegó el cusita y dijo: 'Reciba mi señor, el rey, estas buenas noticias. El Señor te ha hecho justicia librándote de todos aquellos que se habían levantado contra ti'.
Queridos míos, no os toméis la justicia por vuestra mano; dejad que sea Dios el que castigue, como dice la Escritura: Yo haré justicia, yo daré a cada cual su merecido.
Él prosiguió: 'Ocurra lo que ocurra, yo voy corriendo'. Joab le dijo: 'Pues, ¡hala!, corre'. Ajimás corrió por el camino de la llanura y adelantó al cusita.
Jonatán y Ajimás estaban junto a la fuente de Roguel. Una sirvienta iba a llevarles las noticias para que fuesen ellos a informar al rey David, pues para no dejarse ver, no entraban en la ciudad.
Joab le respondió: 'No serás tú hoy el portador de la buena nueva; lo serás otro día; pero hoy no llevarás una buena nueva, porque ha muerto el hijo del rey'.