Entonces Joab mandó tocar la trompeta, y el ejército cesó de perseguir a Israel, porque Joab lo detuvo.
La mujer, con su sabiduría, convenció a toda la ciudad, cortaron la cabeza a Sebá, hijo de Bicrí, y se la tiraron a Joab. Éste hizo sonar la trompeta y se alejaron de la ciudad, cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén junto al rey.
Joab hizo sonar la trompeta, y todo el pueblo se detuvo. Dejó de perseguir a Israel y cesó la lucha.
Si la corneta da un sonido indefinido, ¿quién se pondrá en orden de batalla?
Después llegaron diez jóvenes, escuderos de Joab, y lo remataron.
Cuando los israelitas vieron que Amibelec había muerto, cada uno se marchó a su casa.