Y tiraba piedras a David y a todos sus servidores, aunque todo el ejército y los valientes estaban a la derecha y a la izquierda del rey.
Cuando el rey David llegó a Bajurín, salió de allí un hombre del mismo clan de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá. Salía profiriendo maldiciones.
Semeí profería estos insultos: '¡Vete, vete, hombre sanguinario y perverso!
pasaron al otro lado y lo dispusieron todo para ayudar a pasar a la familia del rey y hacer lo que quisiera. Semeí, hijo de Guerá, se arrojó a los pies del rey cuando iba a pasar el Jordán,