Uno fue a informar a David: 'El corazón de toda la gente de Israel se va tras Absalón'.
Los hermanos de su madre hablaron de él a todos los nobles de Siquén, conforme a aquellas palabras, y se pusieron de parte de Abimelec, porque decían: 'Es nuestro hermano'.
Pilato les dijo: '¿Qué haré entonces con Jesús, a quien llaman el mesías?'. Todos dijeron: '¡Que lo crucifiquen!'.
Así procedía Absalón con todos los israelitas que venían a pedir justicia al rey, y así ganaba el corazón de los israelitas.
Los que iban delante y detrás gritaban: ¡Viva el hijo de David!
Confiad en él, oh pueblo, en todo tiempo; Dios es nuestro refugio.
El pueblo supo esto y le pareció bien, pues todo lo que hacía el rey le parecía bien al pueblo.
Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón