No había en todo Israel un hombre que fuese tan celebrado por su belleza como Absalón. Desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza no había defecto alguno en él.
¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que sois como sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre!
El Señor dijo a Samuel: 'No consideres su aspecto ni su alta estatura, porque yo lo he descartado. El hombre no ve lo que Dios ve; el hombre ve las apariencias, y Dios ve el corazón'.
sin defecto alguno, de buen parecer, expertos en todos los campos del saber, inteligentes y aptos para servir en el palacio real. Ordenó también que se les enseñase la escritura y el idioma de los caldeos.
Su padre no le había reprendido en su vida, ni le había pedido cuentas de lo que hacía. Era de aspecto muy gallardo, y había nacido después de Absalón.
con cinto en las caderas, amplios turbantes en sus cabezas, con aspecto de grandes señores todos ellos; eran retratos de babilonios, cuyo país de origen es Caldea.