David respondió: 'Bien, yo haré un pacto contigo; pero exijo de ti una sola cosa: no serás admitido ante mí si no me traes a Mical, hija de Saúl, cuando vengas a verme'.
Su hermano Absalón le dijo: '¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Por el momento, hermana mía, guarda silencio; es tu hermano. No tomes a pecho este asunto'. Tamar se quedó, desolada, en casa de su hermano Absalón.