Entonces Absalón huyó. El centinela levantó la vista y vio que venía mucha gente por el camino de Bajurín, del lado de la montaña.
Como el hombre que huye del león, y le acosa un oso; entra en casa, pone su mano sobre la pared y le muerde una serpiente.
Un hombre perseguido por homicidio, hasta la tumba huirá; no se le socorre.
Yonadab dijo al rey: 'Son los hijos del rey que vienen; es lo que había dicho tu siervo'.
David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió a la terraza de la puerta, sobre el muro, alzó la vista, vio a un hombre que venía corriendo solo