Los servidores de Absalón hicieron con Amnón lo que Absalón les había ordenado. Entonces todos los hijos del rey montaron cada uno en su mulo y huyeron.
Absalón se encontró frente a frente con los hombres de David. Absalón iba montado en un mulo, y, al pasar por debajo de las ramas de una gran encina, la cabeza de Absalón se enredó en las ramas de la encina y quedó colgado entre el cielo y la tierra. El mulo siguió adelante.
Sólo emplean las manos para hacer el mal: los funcionarios exigen recompensas, los jueces se dejan sobornar por regalos, los poderosos manifiestan sus ambiciones.
Observad las leyes. No cruzarás en tu ganado las bestias de diversa especie, ni sembrarás en tu campo dos especies de grano diferentes ni llevarás sobre ti un vestido con dos clases de tejido.
Hijos de Sibeón: Ayá y Aná. Este Aná es el que encontró en el desierto los manantiales de agua caliente mientras apacentaba el ganado de Sibeón, su padre.
Sadoc, el sacerdote; Natán, el profeta; Benayas, el hijo de Yehoyadá; los quereteos y los peleteos montaron a Salomón sobre la mula del rey David y lo llevaron a Guijón.