y había dado órdenes a sus servidores: 'Cuando Amnón esté alegre por el vino y yo os diga: ¡Golpead a Amnón!, matadlo. No temáis, porque os lo he mandado yo. Cobrad ánimo y sed valientes'.
Cuando más contentos estaban, unos hombres pervertidos de la ciudad empezaron a dar golpes a la puerta y a decir al anciano dueño de la casa: 'Sácanos al hombre que ha entrado en tu casa para que abusemos de él'.
El levita se levantó para irse con su concubina y su criado, pero su suegro le dijo: 'Mira, ya es tarde; pasa aquí contento la noche; mañana os iréis de madrugada'.
'Cuidad de que vuestros corazones no se emboten por el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y caiga de improviso sobre vosotros este día
Al día siguiente David le invitó a comer y beber con él, y Urías se emborrachó; por la tarde salió a acostarse en su cama con los servidores de su señor, pero no fue a su casa.