Comunicaron a David que Urías no había ido a su casa. Entonces David le preguntó: '¿No acabas de llegar de viaje? ¿Por qué no has bajado a tu casa?'.
Urías se acostó a la puerta del palacio con los servidores de su señor y no fue a su casa.
Urías le respondió: 'El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; mi señor Joab y los oficiales de mi señor acampan al aire libre, ¿e iba yo a ir a mi casa para comer, beber y dormir con mi mujer? Por el Señor y por tu vida, que no haré tal cosa'.
El Señor envió al profeta Natán a ver a David. Se presentó a él y le dijo: 'En la ciudad había dos hombres, uno rico y otro pobre.